Cuando hablamos de ‘conversión’ a personas que no están habituadas a términos de marketing digital, lo primero que suele venirnos a la mente es alguna historia religiosa de cambiar de bando y adoptar una nueva fe. Sin llegar a esos extremos, la cosa no va tan desencaminada. El objetivo final del marketing digital suele ser (ojo al suele, que no nos acusen de generalizar) convertir a visitantes en clientes pero, ¿en qué consiste exactamente eso de convertir?
Básicamente dependerá de cuál sea el objetivo de tu web. Puedes tener diferentes objetivos que nos van a marcar cuál es el indicador que nos va a permitir medir el éxito de esa conversión:
- Ecommerce. Cuando tenemos una tienda online, está claro que nuestro objetivo será vender y mediremos las transacciones, los productos añadidos a carrito, etc.
- Captación de leads. Cuando nuestra web pretende generar contactos para nuestro departamento de ventas, podemos considerar una conversión cualquier formulario de contacto que se rellena, un chat que iniciamos con el equipo de la empresa o una llamada telefónica.
- Contenidos. ¿Y si lo que nos interesa es que conozcan nuestra empresa? Entonces podemos medir cosas como la duración de las visitas, el número de páginas vistas o el hecho de que hayan consultado o no una sección de la web.
- Descargas. También puede que consideremos una conversión que los visitantes se descarguen el catálogo de productos o servicios de nuestra empresa o ese ebook que hemos preparado para captar contactos
- Suscripción. ¿Quieres que se den de alta en tu newsletter? Ese también sería un objetivo de conversión muy válido para tu web
Y así hay un millón de ejemplos más. Reproducciones de vídeo o audio, consultas de catálogo, enlaces salientes.. Casi cualquier cosa puede ser un objetivo de conversión de tu empresa.
Pero entonces… ¿Cómo sé yo cuáles son las acciones que me convienen?
Pues reflexionando sobre lo que quieres de tu web y cómo conseguirlo. Generalmente, esa conversación inicial sobre lo que esperamos de una web y qué vamos a medir es casi tan importante como la configuración de todas las acciones. De poco sirve medir como unos locos si no hemos definido correctamente las acciones que vamos a considerar un win para nuestra web.