Que a diferencia del costoso mundo de los periódicos, de la radios y de la inalcanzable tele, en internet no se paga por la publicidad. Hay otra leyenda, algo menos extendida pero también inmensamente popular, que lo que dice es que internet es barato, muy barato, casi gratis. Esas cosas que tiene la tradición oral, que unas leyendas se terminan mezclando con las otras.
Cuentan los juglares del mundo online que un amigo de un amigo, sin tener ningún tipo de conocimiento técnico y sin realizar ninguna inversión, empezó a vender por internet y se forró. Dicen que ahora tienen un descapotable y que paga impuestos (los pocos que paga) en Irlanda. La épica nos habla también de ese pequeño bar que, solo a base de poner fotos cuquis en instagram, consiguió petarlo y tenerlo llenísimo cada día porque resulta que por Instagram los millennials te lo compran todo, sobre todo si es bonito.
Pero, ¡ay, amiguitos! qué poco hay de verdad en esas leyendas. Es como creerte que si tomas mucha leche serás más alto que Pau Gasol o que si metes en una piscina a las 16.59 morirás entre terribles convulsiones. Una puta mentira, vaya.
No solo no es cierto que internet sea gratis y más a medida que pasa el tiempo, se sofistican los recursos y cada plataforma requiere más profesionalización y más dedicación. Internet es gratis si te dedicas a internet e, incluso en ese caso, no es gratis porque tienes que dedicar tus horas a tus propias acciones de marketing online, de manera que desterremos, por fin, ese mito: INTERNET NO ES GRATIS. De hecho, nada es gratis.
- Cuesta dinero tener una web bien diseñada, bien estructurada, con un buen contenido y con un buen mantenimiento.
- Cuesta dinero tener materiales audiovisuales abundantes, variados y de calidad. Ya no vale aquello de “te mando cuatro fotos con el móvil, que para internet da igual”. Lo que da igual es el peso de la foto, pero no su calidad. No sirve cualquier foto hecha con el móvil si queremos vender o mantener una imagen cuidada.
- Cuesta dinero estar constantemente pendiente de las redes y de escuchar a los clientes y a los clientes potenciales. La escucha, otra gran olvidada. Cuando queremos contratar un servicio de social media por poco dinero, olvidamos escuchar, que es precisamente lo que nos hace crecer y lo que, teóricamente, nos hace estar en redes. Pero generalmente venimos a hablar de nuestro libro y no a escuchar los cuentos de los demás.
- Cuesta dinero planificar, hacer las cosas, bien, estar pendiente de las tendencias. ¿Se puede gestionar con éxito una estrategia de redes sociales sin ser profesional? En Ah, Pues! pensamos que sí porque muchas veces se puede aportar esa proximidad que falta al externalizar un servicio, pero si se decide hacerlo, se hace bien. Igual que nos formamos en protección de datos, en prevención de riesgos laborales o en cualquier normativa que se pone en marcha, hay que formarse en marketing online si se quiere gestionar internamente el marketing online.
Así que no, internet no es gratis. Diga lo que diga la tía Joaquina que le contó su cuñada, que le había dicho el carnicero, que lo había leído en el Facebook